Prácticas supervisoras

Con nuestras medidas de supervisión tratamos de asegurar que las entidades que supervisamos cumplan los requisitos prudenciales. Nuestras medidas animan a los bancos a actuar rápidamente en caso de problemas.

Si los bancos no cumplen los requisitos prudenciales o nuestras medidas de supervisión, podemos imponerles medidas de ejecución. Tales medidas solo pueden imponerse en caso de incumplimiento continuado.

El objetivo de las sanciones es castigar infracciones y sirven como medida disuasoria para las entidades interesadas y para todo el sector bancario. Nuestras sanciones tratan de promover una cultura del cumplimiento dentro del sistema bancario europeo.

En la supervisión bancaria europea, el BCE se encarga de las autorizaciones bancarias. Para ello aplica el código normativo único de la ABE y, cuando resulte pertinente, la legislación nacional. El BCE también colabora con los supervisores nacionales para asegurar un enfoque coherente y criterios estrictos en todos los países.

Unos directivos adecuados son esenciales para el correcto funcionamiento de un banco. Por ello los bancos deben asegurar su idoneidad en todo momento. El BCE actúa como guardián y evalúa la idoneidad de los miembros de los órganos de administración de las entidades sujetas a su supervisión directa.

Sin perjuicio del derecho a interponer un recurso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, las decisiones del BCE de imponer sanciones, medidas de ejecución o medidas supervisoras están sujetas al examen del Comité Administrativo de Revisión si la entidad supervisada lo solicita.